La 'Mother Monster', como la llaman sus fans, se ha vuelto embajadora turística en el país asiatico. Invita a que la gente lo visite sin miedo y apoye a que Japón se recupere pronto.

Desde su llegada el pasado miércoles a Japón, la intérprete Lady Gaga ha sido el foco de atención, y no es para menos, la “Mother Monster” se ha volcado en el apoyo al país que se encuentra en reconstrucción luego del sismo y el tsunami de marzo pasado.

Vestida de negro y luciendo una larga melena de color verde, Lady Gaga manifestó que, además de recaudar fondos, la intención de su visita es difundir el mensaje de que Japón es seguro y animar a la gente a que venga a hacer turismo a este bello país. "Cuando me enteré de la noticia del terremoto me quedé impresionada, sin saber qué hacer, hasta que me di cuenta de que lo importante era empezar a moverse”, dijo la cantante a su llegada con la intención de participar el día de mañana en un concierto benéfico del canal MTV, en el que también está confirmada la actuación de la banda alemana Tokio Hotel.

“Me encanta la pasión y el cariño de los japoneses, y me gustaría volver para hacer una gira por Japón”, declaró la intérprete del tema Alejandro, quien insistió en que su ayuda es desinteresada: “No necesito regalos ni agradecimiento. Vine a Japón porque realmente me encanta este país”, declaró la neoyorquina, quien culminó: “Me gustaría utilizar mi posición aquí hoy y toda la semana para recorrer Tokio y disfrutar de la hermosa ciudad, y besar a todos los pequeños y hermosos monstruos y gritar con toda la fuerza de mis pulmones que todo el mundo debería visitar este precioso lugar”.

Lady Gaga mantiene un firme compromiso con el apoyo al país asiático tras el tsunami de marzo, entre ellas la promoción de una pulsera con la frase “We pray for Japan” (Oremos por Japón), con lo que obtuvo aproximadamente 2.8 millones de dólares para los afectados, misma que portó desde su llegada al dicho país.

Junto con otros famosos como Nicole Kidman, Gwyneth Paltrow, Orlando Bloom o Karl Lagerfeld participó en el diseño de una línea especial de camisetas con la leyenda “¡Save Japan!”, que distribuirá la cadena textil Uniqlo y cuyas ventas se donarán a la Cruz Roja japonesa. 


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